13 de agosto de 2009

QUE GOLAZO!!


Los negocios, como los goles, no tienen ni ética ni moral. Son o no son. Si el delantero estaba en posición adelantada o la metió con la mano, no importa. Si el gol es cobrado vale un gol y a llorar al campito. Con los negocios pasa lo mismo. Así funciona el capitalismo. Así funcionan las empresas. Y si no, vamos a los bifes. Cuál es la ética o la moral de una empresa (grupo económico, corporación, o cualquier otro título honorífico que refrende al gran pulpo mediático de la argentina), que te obliga a pagar el servicio de cable básico -no menos de 100 pesos- para ver los goles el domingo a última hora. O de lo contrario, te quedas esperando que el reloj de las 12, como cenicientas que se nos pasó la carroza, para que se extinga el embrujo de Macaya y se puedan ver los goles. O lo que es peor que todo lo antes mencionado, pagar $100 por mes para ver las tribunas de las canchas donde se juegan los partidos, al que se le ocurrió cobrar por ver a la gente en la tribuna habría que hacerle un monumento.
Cuál es la moral por la que la misma empresa muestra esos goles por canal abierto, y por aire en Capital Federal (canal 13 emite Fútbol de Primera los domingos), cuando en el resto del país sus cadenas repetidoras (canal 12 en Córdoba) no los muestran y en su lugar ponen una película de poca monta, o lo que es peor, un programa del Lagarto.
O sea, si vivís en Capital o Gran Buenos Aires al menos podes ver los goles y las mejores jugadas gratis; pero si sos cordobés, riojano, puntano, o jujeño para verlo tenes que pagar. Todos los caminos conducen al mismo pulpo: Cablevisión y Multicanal, los dos operadores más importantes de cable del país son de Clarín. TyC también. Ese es su negocio. Abusivo, leonino, impensado en cualquier otra parte del mundo, donde el gol es tan sólo una notica, y por ende, de dominio público.
Pero así son los negocios y los negociadores. La ética y la moral, en todo caso le pueden caber a los periodistas. En especial a aquellos que martillan con el eslogan de periodismo independiente. Deberían decir, además de todo lo que dicen, que el medio para el cual trabajan es parte interesada. Si Clarín pone en tapa la recisión del contrato sobre derechos de televisación del fútbol contra una de sus empresas, debería aclarar que está jugando sus intereses económicos en esa recisión. Además del hecho de querer tapar el sol con las manos, algo ingenuo si no fuera tan perverso, están ocultando información. La esconden, la niegan. Entonces, se convierten en sicarios de la verdad, en ocultadores profesionales, en edecanes de la mentira. Si no pueden decir la verdad sobre sí mismos, que podemos esperar cuando manipulan intereses ajenos. No es pecado decir la verdad, aunque se trate de tu patrón. El New York Times publicó una nota, firmada por Denise Dresser, en la cual hace una crítica abierta al magante mexicano Carlos Slim que, por esas vueltas de la vida y de los negocios, es el tercer accionista del diario, o sea uno de sus dueños (observado por Martín Caparrós en Crítica Digital) Sin embargo, en la meca del capitalismo y las corporaciones, los periodistas no se privan de hablar de sus patrones. En cambio, todos los que trabajan para el grupo Clarín, (el grupo en total tiene más de 14.000 empleados), piensan lo mismo. Miles de periodistas con una sola opinión es al menos un fenómeno digno de estudio por parte de la sociología y la antropología. Julio Grondona, antes partícipe necesario de la estafa, ahora un demonio eternizado en el poder. Y sueltan en sus arenas mediáticas a un bufón como Bombau, llorando como una Magdalena desclasa y abandonada. Y encima pretenden que nosotros, los consumidores abusados y desterrados, nos pongamos de su lado. Que salgamos a decir ¡¡paren con esto!!,¡cómo le van a sacar el fútbol a TYC!, queremos seguir pagando 100 pesos para ver los goles recién los domingos por la noche.
Qué pelotudos debemos parecer para que intenten una cosa así. Esto es lo más triste. Estamos tan acostumbrados a que nos caguen con la luz, los impuestos, los proveedores de internet, las compañías de celulares, el agua, el gas, y la lista sería interminable, que ya no podemos discernir. Esto es como si de golpe nos dijeran: miren a partir del mes que viene el agua va a ser gratis, usted no tiene que pagar por consumirla porque es un derecho básico de cualquier persona. Y que alguno salga a decir: “¡no, yo quiero seguir pagando!”. Vamos como vaca al matadero.
Otra discusión será si el Estado debe intervenir, o sólo regular el mercado para que los monopolios no sigan abusando de los consumidores. Si es éste el mejor momento, o tenemos otras prioridades. Pero ni Macri salió a defenderlos. A lo sumo expuso que antes se podrían hacer otras cosas. Y si ya ni Macri te defiende, es porque llegaste muy lejos. Si la pelea de fondo es una guerra entre el Gobierno K y el grupo Clarín, por fin una guerra dejará algún beneficio para los simples mortales, y que no seamos siempre los que contamos los muertos de nuestro propio bolsillo. En fin, pago cable para mirar fútbol y éste fue un golazo.-

1 comentario:

Mariela Parisi dijo...

muy buenoooo!!!!! quiero masss